19 Ago Nunca se van los malos recuerdos
El capitán de Pesca y de la Marina Mercante Eduardo Cruz viaja a lo más cruel de la siniestralidad marítima a través de los recuerdos. Vivir en primera persona la desaparición de un buque con toda su tripulación dentro es una huella que nunca se escapa de tu vida. Basta con que te veas a ti mismo aquel día o noche, agarrado con fuerza a algo, en una cubierta resbaladiza, severos balances, viento duro y frio, empapado, poca visibilidad, ¿qué hago?, tengo miedo, ¿va a terminar mal?. No os perdáis este artículo tan real como amargo.
Eduardo Cruz Iturzaeta. Capitán de la Marina Mercante. Capitán de Pesca.Licenciado en Ciencias Físicas.
Socio de Honor de Aetinape
Del todo, todo, nunca se van. Cuando algo serio pasa y lo sientes cerca, pongamos un barco que se pierde y gente que sufre, los recuerdos te agarran hondo y hondos se quedan. No hace falta que familiares o amigos hayan sufrido en el suceso, no hace falta que haya tenido mucha repercusión mediática, basta con que tengas información, conozcas detalles de lo que pasó, tengas sentimientos, para que sufras. Basta con que te veas a ti mismo aquel día o noche, agarrado con fuerza a algo, en una cubierta resbaladiza, severos balances, viento duro y frio, empapado, poca visibilidad, ¿qué hago?, tengo miedo, ¿va a terminar mal? Pasa el tiempo, el barco se salva, a veces. Las personas a bordo lo mismo. Yo no estaba allí, me han narrado lo que pasó, leo informes y sufro. Déjame que te lo cuente.
Se hundió un pesquero. Hablo del JOSE ALMUIÑA en 2008, noviembre 6. Se perdió en el medio del Atlántico llevando 11 hombres a bordo, se rescataron 7 y 4 se dieron por desaparecidos. Faenaban principalmente al pez espada. Si quieres leer un buen y completo relato de lo que pasó, descarga el Informe de la CIAIM, entrando en un buscador con el nombre del pesquero. Han pasado años, pero si te pones en el caso, parece que fue ayer. Los recuerdos y las sensaciones pesan mucho en la memoria.
¿Dónde estaban? Faenaban en un caladero en el Atlántico medio, aproximadamente a mitad del camino entre Canarias y Florida (USA). Miles de metros de sonda. Salió de Vigo. Once tripulantes a la salida. Casi 28 m de eslora y 6,5 m de manga. Construido en 1967. Todos los certificados en vigor. Estaba despachado para faenar con palangre de superficie en el Caladero Nacional. En el momento del accidente pescaba muy lejos de ese caladero. El buque no estaba en la Base de datos del Sistema Mundial de Socorro. La meteorología del momento: Viento Fuerza 5 a 6 (Beaufort). Mar gruesa, con altura de ola de 2,7 m
¿Qué pasó? Hay que resumir mucho. De madrugada comenzó a escorar a Er. La escora aumentaba imparable. Entró agua por el “hueco de pesca”[1] y pasó al comedor y a otros espacios. La estabilidad deshecha. Los pesos se redistribuían a bordo junto con la masa de agua entrando más los efectos de balances y cabezadas. Al final el barco alcanzó una horrible estabilidad, quedó flotando vertical en la mar, con la proa y amuras fuera del agua.
¿Qué hicieron? Los hombres que pudieron salir a cubierta, consiguieron lanzar a la mar una balsa salvavidas. Otros cayeron a la mar. Lanzaron la balsa inflable de babor, que por la mucha escora a estribor rodó tropezando por cubierta y cayó a la mar por estribor. Se infló automáticamente y flotó adrizada. La fuerte escora impidió lanzar la balsa de estribor pues quedó sumergida. Faltó la boza que unía la balsa al barco, se rompió. La balsa quedó a la deriva a unos 10 metros del barco. Un tripulante alcanzó a nado la balsa y embarcó. Consiguieron embarcar otros cinco tripulantes, hasta un total de seis. En la balsa no funcionaban la luz de tope ni la luz interior. Sus baterías eran de sodio y no tenían fecha de caducidad. Encontraron una linterna que tampoco alumbraba porque tenía las pilas puestas al revés. No vieron emerger la balsa de estribor que debería haber salido automáticamente a la superficie al sumergirse 4 o más metros.
Las emisiones de socorro. La radiobaliza se activó automáticamente y su señal fue captada por Maspalomas que inició la organización nacional e internacional del rescate. El Patrón pulsó el botón de socorro del sistema SMSSM y en su pantalla apareció, junto al mensaje “Distress”, la posición geográfica del buque. Esta llamada de socorro no fue captada por ninguna estación. Es posible que no se activase esta alarma. Una causa podría ser que el botón de alarma no se mantuviese pulsado 5 o más segundos.
El rescate. Solo un tripulante llevaba puesto el chaleco salvavidas. Varios tripulantes se amarraron al cuerpo uno o más boyarines que habían recogido de la mar. Los seis tripulantes que estaban en la balsa, tras seis horas a la deriva, fueron rescatados por un buque mercante. Otro tripulante, que estaba solo y se agarró a restos flotantes del naufragio, fue recogido por otro mercante. Ambos mercantes fueron coordinados a partir de la señal recibida en Maspalomas. Hubo aviones para la búsqueda y localización de supervivientes. Tras finalizar la búsqueda se dieron por desaparecidos a los cuatro tripulantes restantes.
Información sorprendente
(1) El día de salida a viaje, el Primer Mecánico desembarcó en la mar frente a las costas de Portugal. La autoridad no fue informada de este desembarco. De los tripulantes despachados en Vigo, en el momento del accidente solo se encontraban a bordo el Patrón y el Contramaestre.
(2) Una parte de la tripulación eran seis marineros indonesios. Cuatro de ellos se salvaron. Dos tripulantes indonesios fueron dados por desaparecidos, junto con otros dos marineros españoles, hasta el total de cuatro desaparecidos. Los tripulantes indonesios no figuraban en la lista de tripulantes. No estaban dados de alta en la Seguridad Social. Ninguno de ellos tenía certificado de Marinero Pescador.
Algunos “Por qués”.
¿Por qué se hundió? El oleaje hizo entrar agua por el hueco de pesca al parque de pesca e interior del buque. La entrada de masas de agua al interior de un buque siempre es muy grave. Provoca una gran pérdida de estabilidad adrizante.
¿Por qué entró agua al hueco de pesca? El buque iba sobrecargado y la distancia desde la regala del hueco de pesca al nivel de la mar era inferior a la especificada.
¿Por qué la masa de agua entró rápido al interior del buque? Puertas abiertas.
¿Por qué solo un tripulante llevaba puesto el chaleco salvavidas? Varias posibles razones conocidas. Preocupante.
Se podría ampliar la lista de “por qués”, también la de asuntos sorprendentes y de más información. Pero lo expuesto basta para reflexionar y aprender algo. Podemos empezar contestando a esta pregunta: “¿Qué podré hacer yo, a partir de hoy, para que accidentes como este no se repitan nunca más?” Es fácil escaparse y no contestar. “Yo no estaba allí”, “Yo no trabajo en un pesquero”, “A mí qué me cuentas”, etc. Pero no queremos que nadie huya, huir de problemas no vale para nada, es un atraso, te lleva a más problemas.
Que las baterías de la linterna del equipo de salvamento de la balsa estén puestas con la polaridad cambiada y la linterna no de luz, no es la causa del hundimiento, pero dice mucho negativo. ¿Hace falta un decreto para poner las pilas bien? Que solo un tripulante lleve puesto el chaleco salvavidas no es la causa del hundimiento, pero es grave. Los chalecos son para salvar vidas de tripulantes. Preguntas: “Sabes dónde está tu chaleco? ¿Sabes ponértelo y quede seguro? ¿Te fías del chaleco? ¿Quieres ponértelo?”. Si alguien respondiese, yo le re-preguntaría, “¿Por qué dices eso?”
Entró mucha agua y circuló por el interior. Cuando esto pasa, y pasa bastante, casi seguro que el barco se pierde. A bordo hay escotillas y puertas. Las puertas estancas y las escotillas bien cerradas impiden la circulación y entrada de agua dentro del barco, salvan vidas. ¿Es molesto cerrar puertas estancas y escotillas para volverlas a abrir cuando calme? ¿Sé yo cerrar y abrir puertas estancas u otras puertas con seguridad? ¿Sé dónde están las puertas? De que el barco iba sobre cargado y sobre calado, causa importante del hundimiento, hay mucho que reflexionar y contestar a mas preguntas, más fáciles de preguntar que de responder. Tienen que quedar para otra ocasión.
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[1] Hueco de pesca. Espacio entre el costado y el parque de pesca. Por este hueco se recogía el pescado que se llevaba al parque de pesca.