2012-«COSTA CONCORDIA»

2012-«COSTA CONCORDIA»

¿FALLO HUMANO O TECNOLOGICO?

El naufragio de uno de esos titanes marítimos que surcan los mares más turísticos en nuestra época es un suceso cuyas causas
han de analizarse a la vista de la minuciosa documentación que a buen seguro las autoridades marítimas italianas realizarán en los
próximos meses.

La altísima tecnología que normalmente incorporan estos hoteles flotantes es una parte fundamental de su modelo de negocio, ya que sirven un
producto fabricado al gusto de las clases medias europeas, acostumbradas a vivir con mínimo riesgo y unas sólidas medidas de seguridad.
Uno de los datos que corroborará esta teoría será la pérdida de valor de mercado de la marca “Costa Cruceros” y en general de todo el sector
de cruceros en relación a otros productos turísticos.

Todos sabemos que la seguridad absoluta no existe, como tampoco la verdad absoluta, y el embarrancamiento en las costas de la Isla de Giglio
frente a la Toscana hay que situarlo en ese ínfimo porcentaje de riesgo que cualquier actividad humana comporta. Resulta muy difícil que una
empresa capaz de transportar tantos pasajeros y sus actividades de ocio despiste cualquier medida preventiva relacionada con la seguridad a bordo.
Quien haya visto un buque así y que entienda su actividad económica, comprenderá que la fiabilidad de estas maravillas de la ingeniería contemporánea
están diseñadas y concebidas para no ofrecer sustos de este tipo a sus mercados.

No es momento de aventurar si fue un fallo humano o tecnológico. Algo pasó, es difícilmente comprensible que un barco de esta naturaleza y en unas
condiciones climatológicas razonables haya podido embarrancar.

Por José M. Muñiz Ríos
PRESIDENTE DE AETINAPE