2012-XVII PLENO DE AETINAPE-SANTIAGO DE COMPOSTELA

2012-XVII PLENO DE AETINAPE-SANTIAGO DE COMPOSTELA

 

DISCURSO DE APERTURA DEL XVII PLENO DE AETINAPE

A cargo del Presidente de AETINAPE, José Manuel Muñiz

Santiago de Compostela, a 15 de diciembre de 2012

 

Queridas amigas y amigos

Bienvenidos a esta reunión conmemorativa de los treinta años de nuestra organización.

Gracias por estar aquí, y sobre todo gracias por apoyarnos, cada uno desde un lugar distinto, cada uno con su motivación y energía, durante todo este largo período, o incluso durante una pequeña parte de él. Siempre valoramos y queremos a nuestros amigos, por mucha o poco relación que tengan con nosotros.

Gracias a las autoridades gubernamentales y autonómicas aquí presentes, a los representantes de la ciudadanía en los Parlamentos gallego y español, a todas las representaciones de entidades que acetaron nuestra invitación.

Y sobre todo, gracias a todos los titulados náutico pesqueros por hacer de AETINAPE la potente organización náutico-pesquera que hoy representa al ámbito profesional marítimo pesquero.

Cumplir 30 años de duro trabajo a bordo de esta nave es todo un honor. El mismo honor con el que en este acto homenajeamos a todos los miembros de esta entidad, cuyo reconocimiento más pormenorizado y concreto realizaremos durante el almuerzo que tendrá lugar a continuación de este Pleno.

Allí hablaremos de quienes han marcado hitos en nuestra Asociación, y recordaremos también a las personas que han jugado un importantísimo papel entre nosotros, pero que ya se han ido de este mundo.

Durante treinta años nos han acompañado muchas tormentas, que hemos ido capeando con energía, inteligencia y buena disposición. Con diálogo cuando fue posible, pero también con movilización y contundencia cuando fue necesario.

Razonando nuestros planteamientos, analizando la realidad y obteniendo conclusiones con las que izar nuestras banderas como profesionales del mar.

Treinta años en los que AETINAPE ha recorrido los puertos más importantes del litoral español celebrando eventos y congresos, reuniones con los profesionales y las autoridades, y en los que hemos publicado más de un centenar de revistas, boletines y periódicos para divulgar nuestras actividades, profundizar en los avances tecnológicos y difundir la cultura marítima de nuestro país.

Así nacimos, fruto de la solidaridad y generosidad de los compañeros de las diferentes asociaciones que se extendían a lo largo del litoral español.

Antes de AETINAPE ya existían organizaciones profesionales. Rápidamente vimos que el camino era la unión. Así lo hicimos, coordinando esfuerzos y demandas para optimizar los escasos recursos económicos y humanos.

Nacimos como resultado del compromiso de todos y especialmente de aquellos compañeros que anteriormente, incluso en algún caso desde la clandestinidad, fueron creando un sentimiento de compromiso organizado en defensa de la profesión y del sector.

Creamos AETINAPE en una década de grandes convulsiones en el mundo marítimo-pesquero, especialmente la incorporación de España en la entonces CEE, una estructura supranacional que a la postre ocasionó un gran sufrimiento al sector, ya que hemos visto como la pesca se quedó por el camino, como otros muchos sectores primarios de la economía.

No hubo acontecimiento de relieve en el mundo marítimo-pesquero español, negativo o positivo, en el que el papel de nuestra Organización no fuese relevante.

A raíz de la incorporación europea se desencadenan una cascada de pérdidas de caladeros y acuerdos en países terceros y además recortes drásticos de cuotas en aguas comunitarias. A esto podemos añadir el duro período de transición para la aniquilación de la flota española, lo que generó la pérdida de miles de puestos de trabajos directos e inducidos en el sector.

De la mano de Europa, con sus mordazas y su escaso interés por el mundo del mar, el sector marítimo-pesquero ha sufrido y está sufriendo como ningún otro, las consecuencias sociales y laborales de su progresiva globalización e internacionalización desde hace años.

Estamos hablando de los años 80, una década de grandes tragedias marítimas y cuando las pérdidas de vidas humanas en el mar era algo aceptado por el sector y la sociedad como “un tributo a pagar”.

Fue AETINAPE quien inició todo un proceso de lucha para revertir esa cultura de la fatalidad y la resignación ante el desastre. Hoy proclamamos nuestro orgullo por haber sido el mayor grupo de presión en favor de la seguridad y el salvamento, cuando ni existían medios de ningún tipo, ni la palabra coordinación estaba en la agenda de los gobernantes.

Algunos de estos avances se iban produciendo a costa de los duros golpes que padecieron nuestras tripulaciones. Cuando los medios de comunicación transmitían con crudeza la realidad de un sector incandescente, y hablaban con sus protagonistas, nuestras autoridades fueron desarrollando un trabajo más útil que asistir de plañideras a los funerales de las víctimas. Fue el tiempo de organizar la auténtica política preventiva de seguridad y salvamento que nosotros reclamábamos.

El incremento de la prevención tendrá consecuencias directas en la otra dimensión de la seguridad, el salvamento, cuyos medios tendrán que ajustarse a una dimensión razonable, a partir de la integración de todos los recursos marítimos y aéreos de los que dispone el Estado, incluido el Ejército.

También eran años duros en cuanto a los apresamientos, abandono de tripulantes en el extranjero por sus armadores, e incluso muchos de nuestros compañeros fueron víctimas de chantajes y extorsiones, llegando a ser detenidos y encarcelados sin garantías jurídicas en puertos extranjeros, lo que hizo que AETINAPE se comprometiese en un complejo y vidrioso proceso de exigencia política y diplomática para abordar estos delicados asuntos.

También hemos enarbolado la batalla contra las  banderas de conveniencia, algo propio de países subdesarrollados o en vías de desarrollo. Una costumbre derivada del pirateo internacional que afectaba sobre todo al transporte marítimo. Con el tiempo, este fenómeno llegó a golpear gravísimamente al sector pesquero, provocando una competencia desleal contra nuestra flota,  agravando su potencial laboral y sobre todo las condiciones sociales de la población marítima.

Otra piratería, la derivada de la trágica situación del este africano, cobra una gran importancia en la actualidad, especialmente en el Indico donde la flota atunera española tiene su actividad en el marco de la legalidad internacional. Es aquí donde también AETINAPE está presente y asume un papel relevante en cuanto a la exigencia de garantías para la integridad física de nuestros tripulantes.

Algo más lejana en el tiempo es la expulsión de la flota española del Banco Canario Sahariano, de la flota congeladora española de Namibia, la guerra del fletán y los problemas del caladero NAFO, problemas en los que nuestra Asociación mantuvo con firmeza la defensa de las tripulaciones y la flota, lo mismo que ocurrió en los diferentes conflictos de nuestras flotas en aguas próximas a Argentina, Irlanda, Francia, Marruecos o Mauritania, y nuestra flota de arrastre del litoral, o la desaparición de la flota de cabotaje, etc., conflictos en los que AETINAPE fue punta de lanza en defensa de nuestra flota, tanto pesquera como mercante.

Luchas en las que otras veces nos hemos embarcado con otros entidades, como las que agrupan a las flotas de arrastre del litoral o las Cofradías de Pescadores de Muxía y Fisterra, para la puesta en marcha del Dispositivo Separación del Tráfico Marítimo de Fisterra, gracias a la enorme presión que juntos hemos ejercido sobre las autoridades del entonces Ministerio de Transportes. También gracias a esta flota y al apoyo de la Consellería de Pesca se alcanzó el descanso semanal.

Recordamos hoy también que las negociaciones de AETINAPE, que no fueron fáciles, alcanzaron un acuerdo con el Gobierno para modificar la Ley de Sanciones e Infracciones, tan beneficiosa para los profesionales, al considerar que el armador fuese también responsable solidario de posibles problemas legales derivados de la actividad pesquera.

Alcanzamos también nuevas metas profesionales, como el acceso a los cuerpos de Profesores de los Institutos Náutico-Pesqueros, de Inspectores de Pesca del Estado, Servicio de Guardacostas Gallego, Servicio de Vigilancia Aduanera, Agentes de Extensión Pesquera, Controladores de Tráfico Marítimo y a los buques del Estado (oceanográficos, de investigación, etc.), si bien el acceso a alguno de estos puestos está bloqueado en estos momentos por presiones corporativas que la Administración Marítima debe resolver lo antes posible.

Después de años de trabajo ante diferentes gobiernos, hemos conseguido que las titulaciones del sector pesquero estén reconocidas internacionalmente en el marco del Convenio STCW-F 95 de la OMI.

El Catálogo de Puestos de Trabajo de Difícil Cobertura, el dumping social, los despachos irregulares, la defensa integral de las gentes del mar, su integración en la sociedad, la humanización del trabajo a bordo, un tratamiento fiscal digno, etc, han protagonizado otros ejes de compromiso con el mundo marítimo en estos últimos 30 años, tiempo en el que hemos defendido no sólo a los titulados, sinó a todas las personas vinculadas al mar, más allá de su categoría profesional, fuesen mandos o subalternos.

A nivel burocrático, participamos en importantes reformas, que además hemos impulsado, como la de la Administración Marítima, el Plan Nacional de Salvamento y Seguridad Marítima, iniciativas que combinamos con nuestra presencia activa como observadores en la OMI, trabajo constante con los portavoces del área marítimo-pesquera en los diferentes Parlamentos autonómicos, Congreso de los Diputados y Senado, además de con autoridades comunitarias, Embajadores y Cónsules de países en los que nuestra flota tenía presencia.

Otro logro después de años de calvario y clandestinidad profesional para nuestro colectivo en marina mercante está prácticamente normalizado gracias a la reforma de nuestras enseñanzas y al impulso histórico para la regulación de los náutico-pesqueros en este sector, con la publicación del R.D. 973/ 2009, aunque todavía queda pendiente la aprobación de la modificación parcial de este Real Decreto.

Esta evolución positiva no fue producto de la improvisación, ni de la magnanimidad de los diferentes Gobiernos. Fueron el resultado del esfuerzo y la tenacidad de miles de profesionales del mar, que siempre han ido por delante de las Administraciones Públicas.

Mucho esfuerzo organizativo fue consecuencia de la descentralización administrativa entre las comunidades autónomas, ante la que siempre hemos reclamado una auténtica coordinación para manejar con seguridad y eficacia los temas que afectan al sector y lograr una administración más  equilibrada y al servicio de todos.

Urge agilizar, racionalizar y coordinar más y mejor las administraciones, no es tolerable que una norma del Estado se convierta en tantas interpretaciones como ventanillas existen.

Siempre hemos reclamado un papel más activo y ejecutivo de las instituciones internacionales, a las que debemos reclamar con mayor insistencia que cumplan con su cometido de armonizar la manera de explorar los mares y la organización laboral que de ello se deriva. El mar continúa siendo la selva de siempre, con los piratas de siempre, y a quienes las instituciones públicas europeas e internacionales no son capaces de hacer entrar por los caminos de la civilidad.

Hoy contemplamos un panorama bastante desalentador. Sin perder nuestro natural optimismo e intentando realizar lecturas positivas, sufrimos las consecuencias de lo que Europa siempre quiso hacer con la pesca española: hacerla desaparecer.

Nuestro sector pagó demasiado elevada la factura de la integración europea, con informes pretendidamente científicos de escasa credibilidad y que han originado una constante reducción de la flota, mientras se incrementaba la presencia de los productores pesqueros en los mercados y otros países y empresas conquistaban las estanterías que a nosotros se nos impedía abastecer.

Una tendencia de deslocalización que afecta a otros muchos sectores que recorren el mundo persiguiendo avariciosamente trabajadores con bajos sueldos y pírricas condiciones sociolaborales.

La paradoja más cruel de este panorama nos la ofrece el propio sistema de incentivos de la Unión Europea, pagando cuantiosas subvenciones por desguazar sus buques, provocando que las empresas se reconstruyan en otros lugares y abandonen la ya tímida generación de empleo en nuestro país en lugar de apostar por mantener la actividad y el empleo. Una práctica especulativa que nada tiene que envidiar a las de los audaces brokers financieros que están arruinando la economía social europea.

Como es habitual por estas fechas, se celebrará en los próximos días el Consejo de Ministros de Pesca de la UE, cuyo regalo hacia los pescadores españoles no suele ser precisamente de nuestro agrado, ya que la Comisión propone importantes recortes de TAC´s y cuotas para el próximo año. Por ello, exigimos firmeza al Gobierno español para no se siga estrangulando la ya exigua flota de nuestro país.

Mientras esto ocurre, la sociedad invierte grandes recursos económicos en sus escuelas para formar profesionales y poner en valor a las personas, y cada vez hay más empresas que recurren al Catálogo de Puestos de Trabajo de Difícil Cobertura y prescinden de nuestros profesionales en aras de la rentabilidad

Treinta años que fueron llave de progreso y en los  que pasamos de tener una potente flota, tanto en el  sector pesquero como en el transporte marítimo, a tener un sector residual, hundido por los vientos de la globalización, pero con un grandísimo capital humano, bien formado, mejor dispuesto y preparado para afrontar nuevos retos que la sociedad y el sistema económico les ponga por delante.

Muchas gracias

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AETINAPE CELEBRA SUS 30 AÑOS QUEJÁNDOSE DE LA INSENSIBILIDAD DE LA UE HACIA EL SECTOR MARÍTIMO-PESQUERO

Los principales retos de AETINAPE durante sus treinta años de existencia fueron repasados en el acto institucional de celebración de esta efeméride por las distintas autoridades que acompañaron al presidente, José Manuel Muñiz, ante más de 200 asistentes

Si la conselleira do Medio Rural e  do Mar, Rosa Quintana, centró su intervención en el reto europeo y la postura única de Galicia ante la reforma de la PPC, los directores generales de Ordenación Pesquera y la Marina Mercante del gobierno central, Andrés Hermida y Rafael Rodríguez Valero, coincidieron en señalar a 2013 como un año crucial para el futuro del sector marítimo-pesquero de España, por la gran cantidad de normativa que está a punto de generar la UE.

También participaron los portavoces de pesca en el Congreso y el Parlamento Galego del PP, Joaquín García Díez y José Manuel Balseiro y de los grupos AGE y BNG, José Manuel Fajardo y Montserrat Prado, que expresaron la voz de las distintas sensibilidades sociales ante el sector marítimo-pesquero.

Fue el presidente de AETINAPE, José Manuel Muñiz, quien abrió el acto, con un discurso en el que destacó los diferentes logros conseguidos gracias a la presión de la Asociación ante la opinión pública, especialmente los referidos a la seguridad marítima y las condiciones de trabajo de los profesionales. “Conseguimos —dijo Muñiz— que nuestras autoridades hiciesen algo más que asistir como plañideras a los entierros de las víctimas”.

También se mostró realista ante la euforia europeísta de los responsables públicos: “De la mano de Europa, con su mordazas y su escaso interés por el mundo del mar, el sector ha sufrido como ningún otro las consecuencias sociales y laborales de la globalización e internacionalización”.

“Nuestro sector pagó demasiado elevada la factura de la integración europea, con informes de escasa credibilidad que originaron una constante reducción de la flota, mientras se incrementaba la presencia de productos pesqueros importados en los mercados y otros países conquistaban las estanterías que a nosotros se nos impedía abastecer”, manifestó Muñiz.

La homologación de las titulaciones pesqueras y la conquista de puestos en la marina mercante ha sido uno de los grandes logros de AETINAPE, así como la conquista de la responsabilidad compartida entre armadores y profesionales, según la conselleira do Medio Rural e  do Mar, Rosa Quintana, quien también destacó las conquistas en seguridad marítima y en la profesionalización del sector, donde este departamento mantiene un importante papel a través de las escuelas e institutos marítimo pesqueros, tanto en formación reglada como en la no reglada, que incluye numerosos cursos relacionados con la seguridad y la actualización de conocimientos.

El representante de la Agrupación Galega de Esquerdas en el Parlamento Gallego, Juan Manuel Fajardo, encuadró al sector pesquero en la crisis general que afecta a la economía española y que está acabando con los derechos de los trabajadores gracias a la influencia de la banca internacional.

En nombre del BNG, Montse Prado hizo referencia al “ecologismo mal entendido, un ecologismo de cartón piedra, que determina la aniquilación del sector pesquero gallego desde la UE”, ya que “Europa nos ha reducido a ser un país de consumidores”.

Tanto el director general de la Marina Mercante, Rafael Rodríguez Valero, como el de Ordenación Pesquera de la Secretaría General de Pesca, Andrés Hermida, respaldaron el papel de España en la reforma de la Política Pesquera Común, aunque previnieron de las dificultades que conlleva un proceso que tendrá que ser aprobado por mayoría entre 27 estados. Se mostraron convencidos de que ese proceso contribuirá a mejorar las condiciones de vida en el mar. Rafael Valero incluso se mostró confiado en que existirán empresas en España “con miras más amplias que los resultados del próximo trimestre” para crear empleos de calidad en el sector.

Joaquín García Díaz, diputado del PP en el Congreso, dijo que su partido mantiene la seguridad marítima como una preocupación constante, y el diputado autonómico José Manuel Balseiro confió en que la economía volverá pronto a “la senda del crecimiento” y dijo que los nuevos cuadros de tripulaciones mínimas eran necesarios para reforzar el “carácter multidisciplinar” .