RECORDANDO A CRISTINA

RECORDANDO A CRISTINA

Carta a Cristina de Castro, llena de recuerdos

Por Rosario Gómez Pérez

Asociación de Mujeres de Pescadores

“Rosa dos Ventos”

Hola Cristina:

¡Felicidades!, pues hoy, 10 de abril de 2020, es tu cumpleaños, pero cuando termine de escribirte, sé que no podrás leerla porque te has enrolado en un barco de larga travesía que no hace escala para poder recogerla.

Nos conocimos en el año 1988 a raíz de una nota de prensa que yo envié a Faro de Vigo, en protesta por el programa emitido por TVE en el Puerto de Vigo con Iñaqui Gabilondo a bordo del congelador “ Sartasen” en el que revelaba el mundo de la pesca, sin tener la menor idea.

Fue tanta tú alegría al leerla que seguro que dijiste “por fin hay alguien que piensa como yo.” Y sin pensarlo más llamaste al párroco de Beluso para preguntarle si me conocía; la suerte fue que yo vivía muy cerca de él. No sé si fue Dios, o tu gran afán de lucha, que nos encontramos frente a la iglesia. Ese día te conocí a ti y a Mary Carmen.

Desde ese momento fueron muchas las batallas que pasamos juntas. Tú nunca te rendías. Era tanto tú afán de lucha que el conflicto de Irán e Irak te asustó; me llamaste por teléfono para decirme: “nos vamos a París a un Congreso”. Al llegar al aeropuerto de Vigo, el ver a los militares metralleta en mano imponía bastante, pero tú estabas como si nada, los marineros eran lo primero.

No voy a ponerme ahora a nombrar todos los países a los que fuiste con tu lucha a hombros porque fueron muchos, pero sí puedo decirte que siempre tuve contigo una gran compañera de viaje y también en lo personal.

Me pregunto cuántos marineros desearían tenerte como madre o esposa, porque, a pesar de los  sinsabores, esta lucha la pasaste por todos ellos poniendo “la mejilla” y sin importarte la bofetada recibida si era a cambio del bienestar de los marinos a bordo de los barcos.

Pero no todos fueron sinsabores, también hubo alegrías, como con nuestras meriendas cuando celebrábamos la Asamblea General y comprobábamos tus ánimos para seguir otro año más esperando que el próximo fuese mejor para los marineros.

No puedo olvidarme de tus llamadas telefónicas a mi casa. Nunca te olvidabas de preguntar por Pepe y yo te decía que era un cascarrabias, a lo que riéndote me contestabas que de eso nada; tenía que estar contenta por el marido que me había tocado.

Cristina, cuántas veces nos rechazaron las subvenciones para “Rosa dos Ventos”. Nos decían que éramos atípicas por defender a los hombres; tú seguías hacia adelante, aunque algunas “nos daban” pero tú decías que era una injusticia que trataran así a la gente de la mar.

Bueno Cristina, sería interminable recordar todo lo que hiciste en este gran reto que llevaste a cabo por la gente de la mar. Me haría falta un libro para exponerlo. Lo que sí tengo muy claro es  que me estás dando un recado para que lo diga de tu parte. Es el siguiente: Dile al Gobierno, a la Xunta de Galicia y a la Cooperativa de Armadores, que esto no se termina aquí, mi lucha continúa esté donde esté.

Querida Cristina, es hora de que termine mi carta. Me quedan muchas cosas por decirte. Quiero agradecerte todos estos años que pasé contigo, aguantando algunas veces mis berrinches que al final los vencían nuestro cariño y respeto.

Espero y sé que en esta gran travesía que has emprendido, tú tarea continúa. También en todos los barcos, sean del caladero que sean, para comprobar que tantos años de lucha y cariño por la gente de la mar tuvieron su recompensa.

Solo me queda desearte buena ruta y buena marea. Y no te olvides que siempre estaré contigo a bordo.