SIN FORMACION NO HAY COMPETENCIA

SIN FORMACION NO HAY COMPETENCIA

LA FORMACIÓN DEL MANDO EN EL MARCO DE LOS CONVENIOS INTERNACIONALES ES UNA GARANTIA DE SEGURIDAD PARA LA TRIPULACIÓN
Es de justicia promover la mejora personal y profesional reconociendo su experiencia
Muchos armadores e instituciones sostienen que el problema del relevo generacional en el mar es por culpa de las titulaciones. Que la gente embarcada cobra mucho, que los barcos están fetén, que el trabajo a bordo es apetecible y sugerente…Esta es la construcción de un relato ficticio. Lo único es que la gente que manda los barcos debe tener la formación exigida por los Convenios Internacionales y eso parece que no les gusta.
Por mucho que sostengan esa simpleza, por muchos altavoces que tenga su infinito error, la realidad puede más, y a quien quiera verlo, demuestra día a día los perfiles del conflicto.
Actualmente, el Gobierno prepara un Real Decreto que modifica las titulaciones pesqueras. En general es una norma necesaria y positiva. Pero incluye un artículo, el 8, que desató la polémica. Quieren aumentar las competencias de pesca a una titulación menor no regulada por las instancias académicas, de tal forma que puedan mandar el 90% de la actual flota española.
Tienen en general una amplia experiencia como pescadores, pero no disponen de la formación adecuada para desarrollar una navegación con garantías prevista en el artículo 8. Es como si por tener el carné para turismos, con el tiempo y la experiencia, te dan el de autobús. Un despropósito.
Los titulados náutico-pesqueros no se oponen a que cada persona mejore sus aspiraciones laborales. Es de justicia promover la mejora personal y profesional en todos los ámbitos. Nuestra mayor simpatía hacia quienes trabajan con ambición sana y propósitos de superación. La cosa es mucho más sencilla: sin formación no hay competencia.
Si estas titulaciones no regladas, al margen del sistema educativo, que con el incremento de atribuciones podrían ejercer mando en puente y máquinas en el 90% de nuestra flota pesquera, nos preguntamos para qué existe el potente sistema formativo español. El mantenimiento de los centros marítimo-pesqueros  cuesta cientos de millones de euros que financian las Administraciones públicas
La descabellada propuesta esconde un peligro real: la seguridad marítima. Nadie puede ofrecer una garantía total de seguridad en un barco, pero un técnico con la habilitación adecuada, sin duda ofrece mayor fiabilidad.
Si el artículo 8 de ese Proyecto no se modifica, España tendrá que justificarlo ante la Organización Marítima Internacional (OMI). Y ahí los que ejercen la influencia que tienen ante la Administración del Estado ya no la tendrán a ese nivel, que entonces sí, deberá ofrecer a todas estas titulaciones menores no regladas la posibilidad de ampliar su formación y convertirse en un Titulado que cumpla con las condiciones del STCW-F, con las  garantías de seguridad para él y su tripulación y con el prestigio que eso conlleva.