TRES PROPUESTAS PARA BLINDAR LA VIDA HUMANA A BORDO

TRES PROPUESTAS PARA BLINDAR LA VIDA HUMANA A BORDO

Regular en qué condiciones meteorológicas se puede trabajar, incorporar elementos de diseño y equipamiento de última tecnología

Las lecciones que ha dejado la tragedia del “Villa de Pitanxo” son la manera más honesta y racional de homenajear a las víctimas, si bien el dolor de las pérdidas resulta inconmensurable e imposible de consolar. Ante ello, AETINAPE propondrá un consenso sectorial para regular a partir de qué circunstancias meteorológicas los buques tienen que parar obligatoriamente de faenar.

Las circunstancias que han rodeado la catástrofe de Terranova serán estudiadas por la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos, organismo del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, que ha demostrado su rigor y cuyo análisis arrojará la luz necesaria sobre los acontecimientos.

Pero más allá de lo que haya ocurrido en este caso concreto, es el momento de plantearse también para la flota española medidas que ya han adoptado otros países, relacionadas con la necesidad de parar las labores de pesca en circunstancias climatológicas adversas, de tal forma que se garantice la seguridad de las tripulaciones y el productivismo no sea prioritario en relación a la vida humana.

Los responsables de la pesca a bordo se ven obligados a rendir cuentas sobre las capturas ante sus empresas, que les exigen los mejores resultados, de tal forma que no les resulta sencillo tomar la decisión de paralizar la labor extractiva, ya que su trabajo está sometido a una constante presión productiva.

Los actuales sistemas de predicción meteorológica permiten disponer de datos exhaustivos sobre el comportamiento de la naturaleza, generando previsiones fáciles de consultar y ante las que se podrían tomar decisiones automáticas, como por ejemplo, la obligación de paralizar la extracción ante una determinada fuerza del viento o estado de la mar.

AETINAPE propondrá una reflexión a la Administración y al sector para que, al igual que ocurre en otros países del norte de Europa que ya disponen de ese tipo de normativa, a partir de unas determinadas condiciones meteorológicas (que algunos países establecen de fuerza 8 sobre 40 ó 45 nudos de viento) los buques naveguen a la capa o arriben al puerto más cercano.

Esta normativa que se promoverá desde AETINAPE debería tomarse por consenso entre todos los ámbitos de la pesca, para combinar las condiciones de competitividad entre buques y empresas, con la imprescindible mejora en la seguridad de las personas a bordo.

Así, los buques paralizarían su actividad, navegando a la capa o acudiendo de arribada a cualquier puerto cercano, haciendo prevalecer en cualquier caso la seguridad de las personas por encima de la ansiedad productiva.

Otra medida que propondrá AETINAPE es la obligación de construir los nuevos buques ramperos con rampas de guillotina, un sistema que incrementa la seguridad de las tripulaciones y del buque. Esta medida ya es obligatoria en Francia y en otros países de la Unión.

Además, los buques pesqueros deberían navegar dotados de equipamientos tecnológicos punteros como un ancla que evite embarrancar en caso de quedar sin máquina y un bote de rescate insumergible que permita la recogida de tripulantes que caigan al mar. Además, la tripulación que faena en aguas frías debería trabajar con un traje que permita realizar la faena de cubierta con normalidad y que sea intrínsecamente aislante, insumergible y dotado de baliza personal de localización, tal y como ocurre con los chalecos salvavidas. Este tipo de indumentaria permite que en caso de caer al mar, la temperatura de su cuerpo no descienda más de dos grados centígrados tras seis horas en el agua, y permite trabajar a bordo con la adecuada operatividad.