UN MARINO DE TIERRA ADENTRO CON BASE EN ANZO

UN MARINO DE TIERRA ADENTRO CON BASE EN ANZO

El patrón de pesca lalinense José González Arias estuvo embarcado durante 33 años

FARO DE VIGO

08/02/2024

Ángel Graña

Lalín

Fue uno de los participantes en el cocido que por segundo año consecutivo reunió el pasado fin de semana en la capital dezana a un centenar de capitanes y patrones de pesca. José González Arias (Lalín, 1953) es un veterano lobo de mar jubilado que ha echado raíces en Anzo después de proceder de una familia de la parroquia de Castro. 33 años navegando por medio mundo le contemplan a un marino hecho a sí mismo surcando aguas de Malvinas, Sudáfrica, Namibia, Boston, Canadá, Terranova, Chile, Malvinas, el banco de pesca canario-sahariano o el mítico Hatton Bank entre Irlanda e Islandia. También es de los que puede decir con orgullo que pudo doblar el Cabo de Hornos, el Everest de la navegación, sobre todo a vela, en una de sus numerosas mareas.

“Yo iba a ir para la Marina Mercante, lo que pasa es que salí mal estudiante. Primero dejé de estudiar y, como te digo, mi intención era ir a la Mercante. De hecho, me iba a matricular y todo. Lo que pasa es que tenía a un hermano trabajando de cartero en Bueu, que fue el que me convenció diciendo que iba a ganar más en la pesca. Así fue como me embarqué por primera vez con casi 24 años con destino al banco canario-sahariano, a donde se iba en aquella época al pulpo”, explica José González para recordar su particular bautizo marinero. A partir de ahí, y durante 33 años, este marino lalinense recorrió algunos de los mejores caladeros de pesca con innumerables anécdotas como cuando el intento de golpe de estado del coronel Tejero lo pilló en Nueva York: “Aún recuerdo que salía con el tricornio en los periódicos americanos y la tristeza que nos daba a todos los de la tripulación por la imagen que tenían de nuestro país”, asegura.

La acumulación de días de mar y el afán por aprender hicieron que González fuera ascendiendo poco a poco en el escalafón porque, como recuerda, “después anduve de oficial, que se conoce como patrón de costa, que es el que hace la guardia de noche, cuando aún no tenía título de patrón de altura. Y, después, llegué a capitán”.

El marino lalinense siempre trabajó en compañías armadoras gallegas, entre ellas la del tristemente famoso “Villa de Pitanxo”, de la que señala que “entonces, el que mandaba era el señor Nores, que ahora tendrá muchos años. Aquellos armadores de antes eran armadores muy serios. Yo estuve en el barco más grande que tenían, el “José Antonio Nores”, que creo que aún está funcionando en las Malvinas. Mis últimos 14 años estuve embarcado en el “Xinzo” de Pesquerías Bigaro y Narval, que ahora está desguazado y donde también se trabajaba mucho”.

Al respecto, el dezano González Arias aprovecha para soltar el viejo dicho de que “hay tres clases de marinos: los matados, que somos los de la pesca, donde tengo trabajado más que algún marinero; los medio señoritos, que son los de la Marina Mercante; y, después, están los señoritos de verdad, que son los de la Armada”.

Ya jubilado, el patrón de Lalín no duda en indicar que “la navegación es muy bonita y se la recomiendo a cualquiera”. Sin embargo, también reconoce que “ahora no la echo de menos, pero cuando me jubilé los dos primeros años no lo pasé nada bien y por eso me metí a estudiar”. En su casa abundan fotografías y recuerdos de un hombre que un buen día dejó las tierras del interior gallego para lanzarse a la aventura de romper las olas trabajando en uno de los oficios más peligrosos.

Derecho, Sociología y Geografía e Historia después de la jubilación

José González Arias no ha perdido el tiempo desde que se quedó en tierra después de haberse jubilado. Curiosamente, este antiguo mal estudiante puede decir que por fin tiene estudios superiores. Y es que, a pesar de todo, siempre me gustó leer, como él mismo reconoce para explicar su querencia por los estudios.

Hace un año que acabó los estudios de Derecho. “Ahora ando con Sociología a vueltas y, también, con Geografía e Historia. Todo por la UNED”, desvela el marino dezano, que preguntado por cuál de todas las disciplinas en las que se ha formado le gusta más, indica que “el Derecho es muy bonito pero es muy liante. Siempre me gustó mucho la historia, aunque no me acaba de convencer ahora que la estudio”.