2010-XVI PLENO

2010-XVI PLENO

DISCURSO DE APERTURA DEL XVI PLENO DE AETINAPE

A cargo del Presidente de AETINAPE, José Manuel Muñiz

Santa Uxía de Ribeira, a 18 de diciembre de 2010

Sra. Conselleira, Sra. Secretaria General del Mar, Sr. Alcalde, Sres. Diputados, autoridades, queridos compañeros, amigas y amigos:

Antes de nada, permitídeme dirixirme, especialmente á miña xente, aquí en Ribeira, ao pé desta Ría de Arousa, a de máis raigame de Galicia e a de maior e máis variada produción. Agradézolles a todas e todos a súa presenza aqui, neste lugar que é sobre todo mariñeiro, un dos máis importantes portos da UE.

Un puerto, una comarca, una zona, que si de algo puede presumir es de contar con un potente capital humano, compuesto de miles de hombres que a lo largo de la historia han ido conquistando los mares, pero no como guerreros ávidos de riqueza.

La conquista de nuestra gente fue una conquista tranquila, una conquista operativa, de subsistencia, que tuvo únicamente en cuenta la necesidad humana de comer y que sirvió para alimentar a generaciones y generaciones de familias a través de lo que ahora se llamaría una pesca responsable.

Así fue nuestra conquista del mar. Pero hoy, el factor humano es el gran perjudicado por la llamada globalización y la deslocalización. La sociedad invierte grandes recursos en formar profesionales para ponerlo en valor, y hay cada vez más empresas que prescinden de estos, dicen que en aras de su rentabilidad.

Las grandes flotas siempre han estado compuestas por grandes profesionales. Hoy sólo las grandes máquinas son importantes, pues a los profesionales se les valora cada vez menos y las personas, el capital humano, se han ido convirtiendo en un capítulo económico que pierde valor.

Siendo importante contar con un sistema empresarial potente, de poco servirá si éste no es capaz de crear mecanismos de reequilibrio social y reparto de beneficios económicos, entre los habitantes tradicionales de las áreas geográficas de vocación marítimo-pesquera.

Las personas debieran estar en el centro de las políticas, pero sin embargo cada vez son más los grupos económicos que buscan mayor beneficio en los llamados países en desarrollo, lo que llevado al lenguaje de la realidad, consiste en cambiar la fuerza laboral propia por la de otras personas que generen menores costes.

El músculo económico de la pesca es necesario para completar el ciclo productivo. Hay armadores que apuestan por nuestra gente, por dotar de ciertos niveles de calidad a los empleos marítimos. Pero también hay muchos que entregaron su alma económica al incremento de beneficios a través de la progresiva reducción de costes y la desprofesionalización del sector.

Ante ello, nos queda volver a reivindicar conceptos que nos suenan ya muy antiguos: mantener la edad de jubilación para el personal embarcado, medidas fiscales de discriminación positiva para el sector y sistemas de integración familiar, son, entre otras, las únicas armas que pueden aportarnos una ligera esperanza de relevo generacional en el sector marítimo-pesquero, estímulos para que el mar vuelva a interesar, no como recurso de última hora para encontrar un trabajo in extremis, sino como ámbito laboral interesante y de calidad, en definitiva, humanizar el trabajo en el mar.

El mar es una auténtica selva en la que se dirimen las más variopintas batallas entre los nuevos piratas que intentan el control de las pesquerías y del transporte marítimo, prácticas que a estas alturas del siglo XXI todavía ejercitan muchos países o empresas en la carrera universal de la avaricia de la que hablábamos antes.

Por estos motivos, debemos enarbolar la lucha contra la generalización de las banderas de conveniencia, tanto en la pesca como en el transporte marítimo, por lo que supone de competencia desleal contra nuestra flota, como por actuar al margen de la legalidad internacional, bajo un clima de duro dumping social.

En este sentido deberían tener más importancia las instituciones internacionales, a las que debemos reclamar con mayor insistencia que cumplan con su cometido de armonizar la manera de explotar los mares y la organización laboral que de ello se deriva. El mar continúa siendo la selva de siempre, con los piratas de siempre, y a quienes las instituciones públicas europeas e internacionales no son capaces de hacer entrar por los caminos de la civilidad.

Un sector marítimo-pesquero que pagó demasiado elevada la factura de la integración europea, con informes pretendidamente científicos de escasa credibilidad y que han originado una constante reducción de la flota, mientras se incrementaba la presencia de los productos pesqueros en los mercados y otros países conquistaban las estanterías que a nosotros se nos impedía abastecer.

Y hablando de Europa, no podemos abstraernos a una realidad que nos preocupa: la que nos remite a ser un sector residual y de escaso valor para esta Unión Europea alejada de los ciudadanos y atenta sólo a las élites económicas y financieras. Se da la paradoja que los Comisarios Europeos de Pesca proceden siempre de países de escasa dimensión pesquera, y se convierten en estrambóticos funcionarios sin contacto real con el mundo sobre el que ejercen sus importantes responsabilidades.

Es la mejor manera de apartar la pesca y todos los asuntos marítimos de los principales asuntos de la agenda europea, a lo que hay que sumar la rémora presuntamente conservacionista cuyo radicalismo dista mucho del respetable ecologismo tradicional que optaba por una pesca dimensionada, racional y sostenible. La mayoría de los argumentos conservacionistas actuales sólo son simples palabras de las que se sirven grupos de presión foráneos que tienen como misión alejar la industria pesquera europea tradicional de los mercados, en favor de las grandes multinacionales de la alimentación.

Nacen así los extraños, paradógicos y poco fundamentados informes que paralizan las cuotas de pesca hacia nuestro país y determinan la destrucción de nuestra flota en favor de otras, muchísimo más agresivas e industrializadas, pero capaces de influir en pasillos y conferencias, en contra de un sector con pocas influencias políticas.

En este tiempo en que asistimos a constantes revelaciones de secretos oficiales, nos encantaría que alguien, en román paladino, nos hablase de los negocios que durante años hubo detrás de las negociaciones pesqueras, de los libros blancos, de las obligadas reducciones de flota que experimentó nuestro país y que han ido beneficiando a otras pesquerías.

En el preocupante problema de los piratas en el Indico, que afecta a una parte de nuestra flota atunera, se reveló la inexistencia de la UE, donde cada Estado miembro tuvo que aportar en solitario las medidas de protección de sus ciudadanos.

De nuevo insistimos en la necesidad de que la UE mantenga tanto un firme compromiso en materia de seguridad jurídica, como de agilidad e inteligencia en los acuerdos con otros países.

Por otra parte, y dado que las circunstancias de trabajo en los buques pesqueros son extremadamente peligrosas, tal y como reconoce la FAO, la OMI y la OIT, reclamamos que se vincule el despacho del buque a la existencia de una póliza de responsabilidad civil para los titulados al mando.

De todos son conocidas nuetras veteranas reivindicaciones de la bandera única europea también en el transporte marítimo, la pesca y en el ámbito de seguridad y salvamento, donde es necesario profundizar en la prevención, coordinarse con la Unión Europea, reforzar las inspecciones, el control de los despachos de buques y la formación de los tripulantes.

Y no podía faltar en nuestro repaso por las cuestiones marítimo pesqueras, una referencia a la seguridad a bordo, recordando que la prevención y el fomento de las buenas prácticas, unido a unas inspecciones más eficaces están en la base de una actividad profesional más segura, digna de ser considerada una ocupación laboral de nuestro tiempo y no un residuo de la sociedad feudal.

Prevención de la seguridad y medios de salvamento eficaces e integrales, en los que se incluyan tanto las fuerzas civiles como las militares en caso de necesidad.

Durante el último año hemos asistido a la promulgación de normas que han supuesto evidentes avances en el posicionamiento del colectivo náutico pesquero, especialmente en el ámbito profesional. Aunque todavía quedan reformas urgentes pendientes, es hora de que se derriben cuestiones como las relativas a las barreras burocráticas que algunos grupos corporativos que tan sólidamente se anclaron a ciertos ámbitos de la Administración marítima.

Siguen siendo constantes generadores de problemas, tanto a través de la interesada interpretación de las normas, como sirviéndose de las más creativas y variadas zancadillas.

Es urgente agilizar, racionalizar y coordinar más y mejor las administraciones, no es tolerable que una norma del Estado se convierta en tantas interpretaciones como ventanillas existen.

Si estas actitudes son censurables en cualquier momento, sin duda mucho más lo son en esta etapa de profunda crisis económica. Son un problema más que añadir a los gravísimos ejemplos con los que todos los días nos encontramos.

Aprovecho esta oportunidad para solicitar que la Secretaría General del Mar, cuya titular tomará posesión la próxima semana y a la que deseamos los mayores éxitos, se implique de nuevo con el Ministerio de Educación, y la revisión del acceso al cuerpo de Inspección Pesquera, así como participar en todos aquellos foros de decisión que afectan a nuestra profesión. Para ello contará con toda nuestra colaboración.

 

Asimismo, invito a la Directora General de la Marina Mercante que tome en consideración nuestras alegaciones al Proyecto de Orden Ministerial relativa a tripulaciones mínimas de seguridad en buques civiles, y a la Directora de SASEMAR que también nos honra con su presencia, a retomar las conversaciones para desbloquear la injusta medida del veto sindical en SASEMAR nuestro colectivo.

Sé que en esta época hablar de estas reclamaciones pueden parecer brindis al sol, pero yo, como muchos de ustedes, saben del escaso beneficio del esfuerzo de nuestro colectivo, construido a base de renuncias tan importantes como vivir lejos de sus familias en unas condiciones de habitabilidad muy por debajo de las habituales en cualquier empleo de tierra firme.

Y aprovechando la presencia aquí de importantes autoridades marítimo-pesqueras, quiero dirigirme expresamente también a la Conselleira do Mar, a quien agradecemos igualmente su presencia y compromiso y le animamos a tender puentes entre su departamento y nuestro colectivo, así como a retomar las negociaciones con la Universidad y seguir avanzando en la profesionalidad de la Administración pesquera autonómica. Para lo que contamos con el mejor capital humano.

Quiero agradecerles a todas y a todos muy sinceramente su asistencia a este Pleno que celebramos en Ribeira, y que en este momento echa a andar con la seguridad de que llegaremos a buen puerto cuando nuestros invitados nos ilustren con sus intervenciones. Agradezco también al alcalde de esta ciudad su presencia, y al resto de las autoridades, que nos hayan dedicado su atención en este día.

Les deseo una feliz entrada en el año 2011, con la seguridad de que todas y todos nos merecemos una prosperidad digna y un futuro alentador para el sector marítimo-pesquero. Feliz navidad y los mejores deseos para ustedes y sus familias.


LA SOSTENIBILIDAD DE LA PESCA DEBE SER MUNDIAL, NO SOLO EUROPEA

Muñiz resalta la importancia del factor humano propio en el Pleno de AETINAPE

Extender los criterios de sostenibilidad a nivel mundial es la única garantía de que la pesca sostenible que promueve la UE tenga algún sentido, ya que de nada sirve que en Europa se sigan estos criterios si en el resto del mundo se pesca de forma indiscriminada. Es la tesis que sostuvo hoy en Ribeira (A Coruña) Alicia Villauriz, la nueva Secretaria General del Mar, en el marco del XVI Pleno de AETINAPE que se celebra hoy en Ribeira.

Fue el alcalde de la localidad, antiguo directivo de buques, quien dio la bienvenida a los casi 300 titulados que prácticamente llenaban el Auditorio Municipal de Cultura de la localidad. José Luis Torres Colomer se enorgulleció de que su ciudad sea conocida en el mundo por su vinculación con la pesca, a la que hizo referencia a través de problemas como la reducción de cuotas, los precios que se pagan a los pescadores y a la importación masiva de productos pesqueros.

José Manuel Muñiz

En el discurso inaugural, Muñiz se refirió a la globalización y el llamado dumping social como uno de los principales problemas del sector marítimo pesquero. La importancia del factor humano, y en especial los profesionales españoles en la pesca, centró la intervención de Muñiz: “las personas debieran estar en el centro de las políticas, pero sin embargo cada vez son más los grupos económicos que buscan mayor beneficio en los llamados países en desarrollo, lo que llevado al lenguaje de la realidad, consiste en cambiar la fuerza laboral propia por la de otras personas que generen menores costes.

En este sentido —añadió Muñiz— “deberían tener más importancia las instituciones internacionales, a las que debemos reclamar con mayor insistencia que cumplan con su cometido de armonizar la manera de explotar los mares y la organización laboral que de ello se deriva. El mar continúa siendo la selva de siempre, con los piratas de siempre, y a quienes las instituciones públicas europeas e internacionales no son capaces de hacer entrar por los caminos de la civilidad”.

La influencia de determinados países que basan sus conquistas de los mercados pesqueros en dudosos informes conservacionistas también mereció la atención del presidente de AETINAPE, quien los calificó de “extraños, paradógicos y poco fundamentados” y los hizo responsables de “paralizar las cuotas de pesca hacia nuestro país y determinar la destrucción de nuestra flota en favor de otras de dentro y fuera de Europa, muchísimo más agresivas e industrializadas, capaces de influir en pasillos y conferencias, en contra de un sector con pocas influencias políticas como la pesca española”.

Rosa Quintana

La redacción de la nueva Política Pesquera Común de la UE fue uno de los temas que más atención ocuparon en todas las intervenciones. La conselleira de Pesca de la Xunta, Rosa Quintana, abogó por una PPC atenta a los intereses de Galicia, si bien no especificó los puntos cardinales de esa atención que debería mostrar Europa con la pesca gallega. Para lograr un futuro halagüeño para la pesca de Galicia, Quintana expuso varias medidas en las que está trabajando con su departamento: un decreto de artes y aparejos, un apoyo a la acuicultura y a la transformación del producto pesquero a través de un decreto de comercialización, sobre la base de que “no es mejor pescador el que más pesca, sino el que da más valor a lo que pesca”.

También se refirió al repunte del 13% en las matriculaciones en las especialidades formativas pesqueras, lo que atribuyó al relevo generacional que se está produciendo. Abogó por la revisión de los cuadros de tripulaciones mínimas para adaptarse a las nuevas condiciones tecnológicas de los buques, y también optó por conseguir la homologación europea de las titulaciones españolas.

Alicia Villauriz

Una mayor flexibilización de las cuotas de cigala y merluza en 2011 una vez que se han recuperado los bancos, fue uno de los anuncios que realizó la nueva secretaria general del Mar del Ministerio de Medio Ambiente, Medio rural y marino, Alicia Villauriz, que todavía no tomó posesión oficial de su cargo, cosa que hará en los próximos días.

En su diagnóstico del sector pesquero español, se fijó en la extrema debilidad que supone a nivel estatal (el 0,1% del PIB), si bien reconoció que su importancia territorial es mucho más significativa, especialmente en comunidades litorales.

Habló de los estudios que están realizando para minorar los costes en materia de combustibles fósiles a través de la investigación de nuevas fórmulas de propulsión. Así mismo, se encomendó a revisar toda la cadena de comercialización de la pesca para detectar de que manera podría incrementarse el valor de los productos.

Todas estas medidas deberían llevarse a cabo, según la opinión de Villauriz, a través del fomento de la autoorganización de los productores, un instrumento que calificó de “insustituible” para el futuro del sector.

Finalmente, habló del Plan Estratégico Nacional de la Pesca, un documento en estudio, cuyo borrador ya se conoce, y que recoge medidas como la necesidad de facilitar la comercialización pesqura y diversificar los productos y aumentar la capacidad de adaptación de la flota, así como superar los enfoques económicos a corto plazo y los desequilibrios entre los recursos existentes y la capacidad extractiva de los pesqueros. Aboga por lo que calificó como “nuevo modelo de empresa pesquera”, mucho más flexible y dinámica, para lograr adaptarse a las condiciones de la globalización.

Por último, habló de la necesidad de extender a todo el planeta, a través de las instituciones internacionales, el concepto de sostenibilidad, ya que este comportamiento adoptado únicamente desde Europa, no tiene sentido, ya que de nada sirve que nuestros barcos respeten las cuotas asignadas, si los de otros ámbitos pescan sin limitación.

Isabel Durántez

La directora general de la Marina Mercante anunció en el marco del XVI Pleno de AETINAPE que en pocos meses se verían resueltos los problemas que para los titulados náutico-pesqueros quedaron pendientes en el histórico Real Decreto 973 de 2009, ya que la modificación del mismo tuvo que frenarse hasta que la justicia resolvió un contencioso que pretendía frenar las importantes reformas establecidas.

Después de realizar una descripción de las complejas interrelaciones que ese decreto mantiene con muchas otras normas tanto estatales como internacionales, concluyó anunciando que las disposiciones adicionales cuarta y sexta están siendo modificadas, y en pocos meses se publicarán.

Así mismo, Durántez anunció que el Estado cooperará en modificar las deficiencias que una auditoría europea pudiese detectar en algunos centros educativos marítimo pesqueros y de la marina civil inspeccionados recientemente.

El XVI Pleno de AETINAPE se cerró esta mañana en Ribeira con un debate entre los portavoces parlamentarios gallegos del PP, PSOE y BNG, Xosé Manuel Balseiro, Marisol Soneira y Bieito Lobeira, en el que quedó de manifiesto la pluralidad de los enfoques que genera el sector en Galicia.