ANALFABETOS Y CATEDRATICOS-ANTON LUACES

ANALFABETOS Y CATEDRATICOS-ANTON LUACES

LA OPINION-11/10/2017

Los distintos centros de formación pesquera existentes en Galicia desarrollan diferentes cursos que preparan a sus alumnos para asumir sus responsabilidades a bordo de los buques en los que ejerzan como marineros o mandos de los propios barcos, desde el curso de marinero-pescador, a los de contraincendios, pasando por los de navegación y pesca de litoral, mariscador, percebeiro, patrón de costa polivalente, capitán de pesca, etc.

Los participantes en estos cursos de formación son los que, tras conseguir la titulación correspondiente, logran convertirse en la mar, por su experiencia, en «catedráticos», aunque para algunos «terrestres» resulten ser analfabetos en tierra.

Estos «catedráticos» del mar demuestran ser el mejor apoyo para aquellos investigadores marinos que certifican el estado de las pesquerías muchas veces a ojo de buen cubero porque carecen de aquello que a los pescadores -formados en nuestras escuelas marítimo-pesqueras- les sobra: la evidencia reiterada del ejercicio de la pesca en este o aquel caladero, que les permite valorar la evolución de las especies y concluir si hay reducción o incremento del stock.

He tenido la oportunidad de conocer a grandes profesionales y creo que muchos de ellos deberían trabajar codo con codo con los biólogos, intercambiar opiniones y establecer conclusiones conjuntas para informar a la administración pesquera tanto de la Xunta como de la Secretaría General de Pesca e incluso la Comisión Europea, de modo que sus aportaciones a los informes científicos se tengan en cuenta y se consideren «fiables» y no interesadas, como «catedráticos» que son en la mar aunque sean analfabetos en tierra (sobre todo para los políticos en ejercicio).

Estos catedrático-analfabetos son los que, en la mar, han sabido registrar en la memoria colectiva la evolución de las especies que pueblan los caladeros nacionales e internacionales y los que, por ambición monetaria, se enrolan en barcos que pescan ilegalmente. En ambos casos, demuestran su sapiencia y hacen rentables a sus respectivas casas armadoras.

Para ellos, especialmente los que pescan dentro de la ley, sería necesario un reconocimiento. Máxime cuando se demuestra que cuando hablan del estado de tal o cual pesquería lo hacen con criterio. Y éste es el que debe ser tenido en cuenta sumado al del biólogo que certifica para que el político pueda ejecutar.