LLEVAMOS MESES RECLAMANDO CIERTA PRIORIDAD EN LAS VACUNAS AL PERSONAL EMBARCADO

LLEVAMOS MESES RECLAMANDO CIERTA PRIORIDAD EN LAS VACUNAS AL PERSONAL EMBARCADO

Sólo respondieron las comunidades canaria y vasca, pero sólo esta última mostró un cierto interés por promover esta vacunación

AETINAPE recuerda que el personal embarcado ha tenido durante la pandemia una dedicación esencial para la economía mundial, por lo que unido a otras razones ha servido para reivindicar que este grupo de trabajadores ocupe un lugar especialmente destacado en los planes de vacunación españoles.

Así se le solicitó hace meses al Ministerio de Sanidad y a las Comunidades Autónomas marítimas, para que pudiesen organizar su vacunación contando con la gente que embarcará próximamente.

De estas gestiones de AETINAPE únicamente se han hecho eco las comunidades canaria y vasca, pero tan solo esta última manifestó un decidido deseo de posicionar al personal embarcado con un cierto grado de prioridad en la vacunación.

En estas personas confluyen numerosas razones por las cuales deben ser vacunadas. Además de desarrollar un importante papel en el abastecimiento alimentario y de mercancías del país, conviven normalmente en espacios muy reducidos y a veces con escasa ventilación, por lo que el cumplimiento de los protocolos de prevención para el COVID-19 a bordo de un buque resulta de muy difícil cumplimiento, por no decir imposible.

La iniciativa en pro de la vacunación del personal embarcado se promovió con cuidado de no caer en cualquier tipo de victimismo. Consideramos que el propio sistema debe tener en cuenta que para una persona que se embarca es muy complicado que la atiendan en un hospital a la mayor brevedad, puesto que en la mayoría de las ocasiones los barcos se encuentran a varios días del puerto más cercano. El propio desconocimiento sobre cómo reacciona el virus le convierte en un peligro ante el que es necesario tomar todas las precauciones.

Así mismo, ocurre que muchas flotas españolas faenan cerca de países en vías de desarrollo cuya sanidad no ofrece las mismas garantías que la de nuestro país en el ámbito asistencial, razón por la cual en este momento la vacuna se convierte en un aliado imprescindible.

El escaso porcentaje de personas embarcadas en relación con la población total del país hacen que esta solicitud de vacunar a los tripulantes de buques pesqueros y mercantes hubiese resultado muy fácil de satisfacer para reducir al mínimo el riesgo de contagio entre personas que tienen la obligación de convivir y compartir camarotes, comedores y pasillos, así como lugares de trabajo, durante las largas temporadas que dura su servicio a bordo.