LONG HOPE-ANTON LUACES

LONG HOPE-ANTON LUACES

Más de mil marineros gallegos pendientes de una decisión política del gobierno de Noruega.

Por Antón Luaces

Periodista

Diario digital de la comarca. O Barbanza.

19 de julio de 2020

Long Hope, asociación que agrupa a 12.000 marineros españoles, cerca de 500 de ellos residentes en la zona de Barbanza, reclaman desde hace años a Noruega el pago de sus pensiones tras una vida de trabajo en la flota del país escandinavo. Hasta el momento no lograron solución alguna a sus demandas sobre la resolución final del pleito. Pero tienen confianza en que ésta llegue por la vía del Tribunal de Estrasburgo.

Los trabajadores ya realizaron más de cien movilizaciones para reclamar a las autoridades de Noruega las pensiones que les corresponden como integrantes de las tripulaciones de los barcos del país escandinavo entre 1985 y 1994. Representantes de la Asociación de Armadores de Noruega viajaron a España en 1957 para contratar personal altamente cualificado-de lo que ellos carecían-con destino a su flota. Los marineros españoles pagaron sus impuestos y cuotas sindicales en el país nórdico. La evidencia de todo ello es el documento utilizado por los armadores para dirigirse al Gobierno franquista en 1957 dando cuenta de la existencia de un acuerdo entre ambas partes y según el cual Noruega deduciría una parte de los salarios a los marineros españoles y enviaría dicha cantidad a la Agencia Tributaria, en España. En el mismo año 1957, los armadores reconocían que los marineros extranjeros en barcos de Noruega no estaban cubiertos por el sistema de pensiones de Noruega, mientras que los marineros españoles en buques extranjeros no lo estaban por el sistema de pensiones español, lo que los dejaba en una situación “particularmente desfavorable”, según explicara hace tiempo el portavoz de Long Hope. De esta manera, y siendo conscientes ambas partes-España y Noruega-de la problemática, alcanzaron un acuerdo por el que los marineros españoles pagaban el 30% de su salario bruto durante su estancia en el país escandinavo, “confiando en poder cobrar sus pensiones”.

Paz Viñas, portavoz de Long Hope, dijo también que la formulación del colectivo que representa “es un problema jurídico porque nosotros lo llevamos a los tribunales al ver que no nos hacían caso a los gobiernos españoles y de Noruega; pero realmente es un problema político, porque cuando nos vinieron a buscar se dirigieron al Gobierno, no a los juzgados”.

Un litigio de años con un final que los trabajadores españoles desean acabe cuanto antes y de manera favorable a sus intereses. Muchos de esos antiguos tripulantes gallegos de barcos de Noruega se enrolaran en estos desde finales de los años 50 del siglo pasado, después de viajar por su cuenta hasta Rotterdam o Ámsterdam, ciudades en las que se firmaban los contratos con las empresas de Noruega que los contrataban. En la mayor parte de los casos eran marineros de contrastada competencia en el sector pesquero de la comarca de Barbanza, particularmente de Ribeira.