PESCA CON REDES DE ENMALLE-ANTÓN LUACES

PESCA CON REDES DE ENMALLE-ANTÓN LUACES

Barcos marroquíes incumplen las directrices europeas que prohíben la pesca con redes de enmalle

Parte de lo que los barcos magrebíes pescan, se vende en los mercados comunitarios, y mucho de lo que sus barcos capturan procede del Estrecho de Gibraltar.

 

Aguas próximas a Gibraltar. / Pixabay
Aguas próximas a Gibraltar. / Pixabay

Nada nuevo bajo el sol: los pescadores marroquíes hacen caso omiso a una Unión Europea de la que, mediante sordina,  reciben  prebendas de todo tipo. Y lo hacen conscientes de que el «mercado comùn europeo» consiente al país magrebí lo que, de facto, solo permite -en otra dimensión- a unidades pesqueras de Irlanda, Francia y Holanda siempre que utilicen sus redes pelágicas en aguas responsabilidad de sus respectivos países y España (los pesqueros españoles no emplean este tipo de arte ni en sus aguas ni, por supuesto, en las de los citados Estados miembros). La diferencia fundamental está en que los pesqueros franceses, irlandeses y holandeses pescan bonito con redes pelágicas que sí están autorizados a utilizar, como digo, en sus aguas y las de España. Los pesqueros marroquíes faenan con redes de enmalle a la deriva prohibidas terminantemente por la Unión Europea en sus aguas.

Se preguntará, con razón, el lector: ¿quién es la UE para prohibir a un barco marroquí que faene con redes de enmalle, por muy prohibidas que estas estén en la Unión?. Pues, con todas las reservas del mundo, respondo: parte de lo que los barcos magrebíes pescan, se vende en los mercados comunitarios, y mucho de lo que sus barcos capturan procede del Estrecho de Gibraltar, donde los caladeros son compartidos por Marruecos y España (España, Unión Europea). Preocupante sí es, ¿o no?. Vamos: que tú no puedes pescar y los no  socios sí pueden hacerlo. Cuando no con redes de enmalle, sí con redes pelágicas. Y capturan las mismas especies objetivo de buena parte de la flota española, compitiendo después en precio.

Sí: barcos marroquíes incumplen las directrices europeas que prohíben, como digo, la pesca con redes de enmalle de deriva en todas las aguas de la UE. Lo han dicho por activa y por pasiva al Ministerio de Transición Ecológica de España los responsables de la Plataforma Alborán Submarina.

Tales hechos han sido confirmados, además,  por la organización Verdemar-Ecologistas en Acción , para quien esta práctica «sigue causando gran preocupación debido a las capturas accesorias de mamíferos marinos, tortugas de mar y aves marinas, especies que en su gran mayoría están protegidas por normativas de la Unión Europea.

La Comisión Europea prohíbe absolutamente la pesca con redes de enmalle a la deriva en aguas comunitarias, así como el mantenimiento de este arte asesino a bordo de los pesqueros de sus Estados miembros. Este tipo de aparejo -cuyo uso por los franceses fue el causante de serios enfrentamientos en aguas del Cantábrico entre las flotas boniteras de Francia y el Cantábrico español, y que terminaron con el apresamiento por embarcaciones españolas del bonitero galo «La Gabrielle» y la entrega de este barco en el puerto lucense de Burela- se convierte, desplegado en vertical en la mar, en una especie de «cortina de la muerte» (como fue definido en el propio Parlamento Europeo), no puede desplazarse (es fijo) ni operar en la superficie del mar o cerca de ella para capturar los peces (y todo lo que «nade» en sus proximidades) que se encuentran en la parte superior de la columna de agua. La prohibición del uso de este arte en aguas CEE data del año 2002; pero Marruecos no parece entenderlo o no quiere saberlo, a pesar de que en el Estrecho de Gibraltar, donde han sido vistos en numerosas ocasiones, comparten aguas y pesquerías con barcos españoles, mayoritariamente andaluces.

La Armada española sabe del asunto, no en vano ha detenido a pesqueros marroquíes en la zona y con artes prohibidos, según denuncian los ecologistas, y el Gobierno marroquí también inició hace unos años labores de retirada de redes de enmalle para evitar la confrontación con la UE. Pero todo se olvida.

Los ecologistas andaluces proponen al Gobierno español la activación del protocolo por el que buques guardacostas de España mantengan la vigilancia pertinente para evitar esas prácticas ilegales en el Estrecho de Gibraltar. Pero será, una vez más, clamar en medio de las olas que todo lo acallan, incluso el número de muertos a causa del trasiego de cayucos.